domingo, 26 de junio de 2011

La noche del chamuco


Apenas el viernes una chava de la chamba me dijo que la película La noche del demonio a la cual dedico hoy mi cachubi-sinopsis estaba fatal, que ni daba miedo y que hasta salía un fulano pintado como Chiquidrácula. Confiando en su criterio me aventé a verla en internet, seguro de que me daría buen material para burlarme en este espacio crítico y chacotero. No me equivoqué. Decir que es mala es hacerle un favor. Lo único que es cierto es que no debes ir a verla solo, como dice la publicidad, y no por aquello de que te metan un susto (sin albur) sino porque de hacerlo te vas a aburrir pero gacho.

La historia comienza con una pareja que llega a vivir con sus tres escuincles a una de esas casotas en las que un departamento del INFONAVIT cabe en la cocina. Cuando uno de los chamacos sube al ático, lugar común en estas pelis, tiene un accidente por andar trepándose como chango en la escalera. Aunque parece que el chaval nomás se lastimó la patrulla, por alguna extraña razón al otro día no se levanta, el papá le dice que no sea bolsón, pero ¡Tómela barbón! No obtiene respuesta. Acto seguido van con el doctor Simi que les dice que el susodicho no se está haciendo guaje, sino que cayó en coma.

Tres meses después, la ñora de la casa comienza a escuchar voces terroríficas y, uno de los morros le asegura que su carnalito se levanta por las noches y no precisamente para hacer de las aguas.


Van 30 minutillos de película y los únicos saltos que da uno del susto se deben a que el cácaro le sube el volumen a todo lo que da. Mientras el papá se anda jeteando en la chamba cual profesor del CCH, la doña encuentra la huella de una manita diabólica en la sábana del enfermito. Como el esposo la tira de locadia, me lo mandan a dormir al sillón, situación que aprovecha el ya mencionado clon de Chiquidrácula para meterse al lecho conyugal. La ñora al verlo gríta como despavorida y le pide al esposo que le crea. El pobre tipo cansado de dormir todo doblado en la sala le dice Ok Ok, no estás mal del cerebelo.


Van 45 minutos y este bodrio que se atreven en la publicidad a decir que es lo más terrorífico desde El exorcista (¡Que no manchen!) no levanta ni con la presencia de Barbara Hershey en el papel de mamá suegra, ni con la aparición de un demonio igualito a Darth Maul, el maloso rojo de Star Wars Episodio 1.

Preocupados porque en la segunda mudanza los entes malignos no dejan de fastidiarlos, buscan la ayuda de un par de investigadores de lo paranormal más mamertos que Carlos Trejo. Con sus aparatejos de tres varos, uno de ellos descubre a dos chamacas fantasmagóricas, pretexto para hablarle a una ruca médium…sí médium sangrona también y fusil de la chaparrita que salió en Poltergeist ((No bueno! ¡Cuánta originalidad!)

La veterana con sensibilidad extra-sensorial se avienta un chorazo acerca de los cuerpos astrales, los espíritus chocarreros y otras linduras. Los fantasmas deambulan por la casa nueva, las puertas rechinan, pero lo más terrorífico es el guión que no tiene ni pies ni cabeza, mezcla de Los otros, la ya citada Poltergeist, y Chabelo y Pepito contra los monstruos.


Seguro de que no iba a perderme nada que valiera la pena, por un momento me eché un coyotito y al despertar, el papá ya le andaba dando una madrina al Chiquidracula. Y por si fuera poco, viaja al más allá para chutarse un tiro con el mismísimo Chamuco Don Sata y rescatar a su chamaco. Barbara Hershey pone cara de congoja, no por lo que pueda pasarle a ellos, sino por la preocupación de ver su carrera irse a pique después de salir en ésta asquerosidad.

Y cuando uno creía que la cosa no podía empeorar, lo que faltaba… los muertos como en video producido por Luis de Llano en los años ochenta (me recuerdan un capítulo de ¡Cachún Cachún Ra Ra!) se meten a nuestro mundo. Obvio, al final como ya se les hizo costumbre dizque quieren sorprenderlo a uno con una vuelta de tuerca pero solo terminan por demostrar que al director le falta un tornillo.

Juro y perjuro que añoré más que nunca las pelis del Santo y Blue Demon, me cae que tenían más lógica. Si quieren mi consejo, mejor escuchen La mano peluda y si se trata de ver monstruos, prefiero a Carstens y a la maestra Elba Esther.

miércoles, 15 de junio de 2011

TOP 1O DE CHOROS


Como ya he mencionado multiples veces en este blog cómico-mágico-concientizador, los mexicanos somos unos maestros en el arte de mentir. Aprovechamos la menor oportunidad para chorear al prójimo y ya entrados en gastos también dejamos que otro nos vea la cara, en otras palabras, le entramos al juego de Tu mientes y yo hago como que te creo.

Aquí va El Top 10 de las mentiras más frecuentes de mis compatriotas.

1. "Pero sí usamos condón". La escuincla que se comió la torta antes del recreo obligada o no por el galán de turno, al que ya se le cocían las habas por probar las mieles del amor (¡Ayayay!) usa está en mentira en sustitución de la ya caduca frase "Me fallaron las cuentas". Ahora resulta que el condón, que supuestamente es efectivo más del 95% de las veces, es el culpable de que haya tanto chamaco regado por el mundo. Si chucha ¿Y tus calzonsotes?


2."No puedo porque ando lesionado". Esta mentirota igual sirve para salvarse de chambear, que para justificar el hecho de haberse estancado en la mediocridad. Los ejemplos más claros son: los cuates que dicen tener toda clase de luxaciones, fracturas, enfermedades y padecimientos que vaya a usté a saber si existen, en el primer caso. Y los que en el segundo, se vuelan la barda contando que " Iba a ser futbolista profesional pero me lástime la rodilla por eso ahora soy burócrata, pero ya estaba entrenando con las Chivas", y cuando ven que el amigo cae con el cuento agregan cosas como "yo era cuate del Cuau, cascareabamos en la colonia".

3. "De chiquito era bonito". Choro que se avientan las mamás consentidoras, a las que les encanta decir que su vastago, así como lo ven de prieto y con los pelos erizos, alguna vez fue un querubín de ojo claro y hermosos caireles. Pero uno las descubre cuando en el album familiar, el susodicho aparece en todas las fotos con carita de nopal, bien chamagoso y moquiento.

4. "No tengo dinero". Esta es clásica. La más usada cuando alguien te pide prestado dinero, sea desconocido, familiar o amigo. Por lo regular se utiliza seguida de la frase "Ando igual, nomás traigo diez pesos". En día de pago cuesta uno y la mitad del otro decirla. En ese caso la mejor opción es decir otra mentira "¿Qué crees? Ya me lo gasté pagando mis deudas".

5. "Tuve unos novios bien guapos". Chorazo al que, con el afán de presumir o curarse en salud recurren algunas ñoras sobre todo en reuniones familiares. La mentirota consiste en decir que en sus años mozos fueron unas divas requete chulas que traían arrastrando la cobija a puro galanazo estilo Andrés García, cosa que resulta inexplicable cuando uno ve al esposo que está más feo que pegarle a Dios en semana santa.

6. "Estoy en junta" ¿Requiere explicación? La persona que se cree esto ya de plano peca de pen...sante.

7. "El lunes empiezo" mentira que va seguida de los clásicos propósitos que no se ve pa´cuando cumpla uno. El lunes empiezo a bajarle a las garnachas, el lunes empiezo a chambear, el lunes empiezo a ir al gimnasio.

8. "Ya no vuelvo a tomar". Después de una noche de copas, una noche loca, la crudota que le da a uno caracterizada por tremendos dolores en la tatema y unas ganas de cantar Oaxaca, nos hacen decir semejante mentira, ya que apenas se alivian todos nuestros males volvemos a ingerir chela, bacachá, ron anti-humano y hasta Tonayita.

9. "No me ímporta el físico". ¡Uuuuy! Ésta es una de las peores falacias que dicen las mujeres. Siempre salen con que para ellas es mejor un hombre con sentido del humor que un cuate carita. A ver, yo nada más le preguntaría a una de ellas ¿Quién prefieres que te encuere? ¿Brad Pitt o Cantinflas?

10. "Tengo un bautizo" ¡No bueno! Chorizo que nos sacamos de la manga cuando no tenemos interés alguno en salir con alguien. Si la persona en cuestión insiste, se le mienten todas las veces que sea posible hasta que entienda el mensaje. Ejemplo: la semana que entra voy con mi tía, la siguiente presento un exámen y la otra acompaño a mi papá al proctólogo.

Si se saben más mentiras por favor pasen el tip.

viernes, 3 de junio de 2011

Soy totalmente narcazo


Mientras que la directiva americanista ya le prepara homenaje luctuoso a Salvador Cabañas... ¡Wait a moment! Ay perdón, el susodicho todavía no pela gallo; en el centro histórico de nuestra querida ciudad de los plantones, ya andan vendiendo las camisas tipo polo (obvio piratiux) igualitas a las que vestían el JJ, atacante del susodicho futbolista y la "Barbie", uno de los narcotraficantes más buscados de Mexicalpan de las tunas.

¡No buenooooo! Ya está pasado de moda imitar a los actores de "Joligud", a los futbolistas famosos y a los personajes faranduleros. Ahora lo Inn, lo fashion, es la narco-moda. Con decirles que en una encuesta publicada en Publímetro, un fulano emocionado contestó: Está padre esa moda, yo ya me compré la azul.

Ahora resulta que estos tipejos son modelos a seguir, si ya de por sí era de pena ajena festejarle a Cuauhtemoc Blanco sus guarradas en el Azteca, como esa noche en que ante la impotencia de perder contra un equipo carioca provocó una batalla campal en la que se dieron hasta con la cubeta el público aguila contra los jugadores.

Próximamente venderán las gafas piratas de Felipillo Calderón o las guayaberas hechizas de López Cobrador.