
Apenas el viernes una chava de la chamba me dijo que la película La noche del demonio a la cual dedico hoy mi cachubi-sinopsis estaba fatal, que ni daba miedo y que hasta salía un fulano pintado como Chiquidrácula. Confiando en su criterio me aventé a verla en internet, seguro de que me daría buen material para burlarme en este espacio crítico y chacotero. No me equivoqué. Decir que es mala es hacerle un favor. Lo único que es cierto es que no debes ir a verla solo, como dice la publicidad, y no por aquello de que te metan un susto (sin albur) sino porque de hacerlo te vas a aburrir pero gacho.
La historia comienza con una pareja que llega a vivir con sus tres escuincles a una de esas casotas en las que un departamento del INFONAVIT cabe en la cocina. Cuando uno de los chamacos sube al ático, lugar común en estas pelis, tiene un accidente por andar trepándose como chango en la escalera. Aunque parece que el chaval nomás se lastimó la patrulla, por alguna extraña razón al otro día no se levanta, el papá le dice que no sea bolsón, pero ¡Tómela barbón! No obtiene respuesta. Acto seguido van con el doctor Simi que les dice que el susodicho no se está haciendo guaje, sino que cayó en coma.
Tres meses después, la ñora de la casa comienza a escuchar voces terroríficas y, uno de los morros le asegura que su carnalito se levanta por las noches y no precisamente para hacer de las aguas.
Van 30 minutillos de película y los únicos saltos que da uno del susto se deben a que el cácaro le sube el volumen a todo lo que da. Mientras el papá se anda jeteando en la chamba cual profesor del CCH, la doña encuentra la huella de una manita diabólica en la sábana del enfermito. Como el esposo la tira de locadia, me lo mandan a dormir al sillón, situación que aprovecha el ya mencionado clon de Chiquidrácula para meterse al lecho conyugal. La ñora al verlo gríta como despavorida y le pide al esposo que le crea. El pobre tipo cansado de dormir todo doblado en la sala le dice Ok Ok, no estás mal del cerebelo.
Van 45 minutos y este bodrio que se atreven en la publicidad a decir que es lo más terrorífico desde El exorcista (¡Que no manchen!) no levanta ni con la presencia de Barbara Hershey en el papel de mamá suegra, ni con la aparición de un demonio igualito a Darth Maul, el maloso rojo de Star Wars Episodio 1.
Preocupados porque en la segunda mudanza los entes malignos no dejan de fastidiarlos, buscan la ayuda de un par de investigadores de lo paranormal más mamertos que Carlos Trejo. Con sus aparatejos de tres varos, uno de ellos descubre a dos chamacas fantasmagóricas, pretexto para hablarle a una ruca médium…sí médium sangrona también y fusil de la chaparrita que salió en Poltergeist ((No bueno! ¡Cuánta originalidad!)
La veterana con sensibilidad extra-sensorial se avienta un chorazo acerca de los cuerpos astrales, los espíritus chocarreros y otras linduras. Los fantasmas deambulan por la casa nueva, las puertas rechinan, pero lo más terrorífico es el guión que no tiene ni pies ni cabeza, mezcla de Los otros, la ya citada Poltergeist, y Chabelo y Pepito contra los monstruos.
La veterana con sensibilidad extra-sensorial se avienta un chorazo acerca de los cuerpos astrales, los espíritus chocarreros y otras linduras. Los fantasmas deambulan por la casa nueva, las puertas rechinan, pero lo más terrorífico es el guión que no tiene ni pies ni cabeza, mezcla de Los otros, la ya citada Poltergeist, y Chabelo y Pepito contra los monstruos.
Seguro de que no iba a perderme nada que valiera la pena, por un momento me eché un coyotito y al despertar, el papá ya le andaba dando una madrina al Chiquidracula. Y por si fuera poco, viaja al más allá para chutarse un tiro con el mismísimo Chamuco Don Sata y rescatar a su chamaco. Barbara Hershey pone cara de congoja, no por lo que pueda pasarle a ellos, sino por la preocupación de ver su carrera irse a pique después de salir en ésta asquerosidad.
Y cuando uno creía que la cosa no podía empeorar, lo que faltaba… los muertos como en video producido por Luis de Llano en los años ochenta (me recuerdan un capítulo de ¡Cachún Cachún Ra Ra!) se meten a nuestro mundo. Obvio, al final como ya se les hizo costumbre dizque quieren sorprenderlo a uno con una vuelta de tuerca pero solo terminan por demostrar que al director le falta un tornillo.
Juro y perjuro que añoré más que nunca las pelis del Santo y Blue Demon, me cae que tenían más lógica. Si quieren mi consejo, mejor escuchen La mano peluda y si se trata de ver monstruos, prefiero a Carstens y a la maestra Elba Esther.

