lunes, 13 de mayo de 2013

Esos viejos prepotentes

Hola amiguitos, espero que no me hayan extrañado. Sucede que me tomé un breve descanso para liberar el estrés que vivo a diario soportando a tanta gente nefasta que se topa uno en este devaluado mundo. A últimas fechas ha coincidido que varios amigos comparten la misma queja: Están hartos de sus superiores. Y ese malestar no es de a grapa- de a gratis pues - sino que es generado por las malos tratos, acompañados de una actitud de "esto se hace porque lo mando yo" o el clásico "Y si no le gusta lleguele ahorita". Es cuando uno se pregunta ¿Para qué carambas existe la FEPADE? 

Pero como ya prefiero no hacer entripados, mejor canalizo mis energías escribiéndole un bello poema a todos esos individuos que hacen de la prepotencia todo un arte.

VIEJO PREPOTENTE

Ese viejo prepotente
por ser jefe o por ser rico,
ha tenido mucha suerte,
no le han partido el hocico.

Se dirige a las personas
sin ninguna educación,
cree que así inspira respeto
¡Me da pena ese señor!

A pesar de su poder
es tan gris y sin color,
porque a través del chantaje,
deja entrever su dolor.

Por andar de queda bien
no se fija en lo importante,
que el hombre que siempre es humilde,
para los demás es grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario