domingo, 14 de marzo de 2010

PREMIOS CHAFA-NOVELAS

La semana pasada vi la transmisión de los Oscares y me parecieron desangelados, aburridos y sin chiste. Pero lo que vi hoy si es una mierda, no acostumbro poner groserías en este blog y no por mocho, sino porque la verdad no es mi estilo, pero no hallo otra forma de decirlo.
¿Cómo es posible que se entreguen premios a los más mediocre de la televisión mexicana? ¿Será porque a Telenvicia le encanta premiarse sola? ¡Y el premio Luis de Llano es para ... Luis de Llano! ¡Hagame uste´el ingao favor! Luego la gente se enoja porque nos dicen con justa razón que somos un país tercermundista.
Ahora resulta que cuando las seudo-estrellas llegan a cierto grado de vejez, como por arte de magia se convierten en "Primeros actores". Bueno, hasta los que salían en películas de luchadores como Eric Del Castillo, son nuestros Lawrence Olivier de petatiux. No les extrañe nada ver en unos 50 años a Belinda recogiendo su premio como primerísima actriz.
En una terna ponen a los tres galanes de moda, que tienen de actores lo que yo de físico nuclear. Deberían ser honestos y darles un reconocimiento por ser muy populares entre las ñoras que disfrutan esos bodrios, en vez de llamarle "actuación" a salir enseñando las tepalcuanas con cualquier pretexto.
Ya me imagino al nefasto Luis de Llano con su equipo de dizque creativos planeando esta porquería...

Luis: Nombreeeeee, tengo unas ideas bien originales! Como conductora ponemos a Lucerito ¿Qué les parece?

Achichincle: Si, para que no pierda el público la costumbre de verla. Ya ve que cuando no sale en el Teletón, conduce los especiales de navidad, la independencia, el día del niño, etc, etc, etc.

Luis: No, mejor llamamos a Yuri y a Lucerito la dejamos para el festival de Acapulco. Para no sobreexplotar su imagen.

Achichincle1 : Es usted un genio señor.

Luis: Cuando suban los ganadores a recibir su premio tocamos una musiquita bien chida para que el público se emocione hasta las lágrimas !Ah¡ Pero si no me dan las gracias en su discurso, los cortamos de tajo y mandamos al comercial de los calcetines para varices.

Achichincle2: ¡Maestrazo! ¿Cómo ve si tocamos unas de Timbiriche?

Luis: Eso sería majestuoso pero no quiero que piensen que me estoy auto-homenajeando.

Achichincle 1: ¿Qué le parece si damos un premio especial llamado "Pepillo Origel" a la mejor trayectoria?

Luis: Si, eso estaría muy bueno. Pero en vez de ponerle ese nombre prefiero que se llame Galardón Luis de Llano Palmer.

Achichincle 2: Oh si, en honor a ese gran pilar de la TV.

Luis: Para que no digan que nos fusilamos los Oscares, en vez de abrir un sobre, les vamos a dar a los jueces unos controles del nientiendo pa´que se vea muy futurista la cosa.

Achichincle 2: Pero luego esas fregaderas ni sirven jefe.

Luis: ¡Oh que la...! Nomás son pa´hacer la piña, de todos modos ya sabemos desde antes quien va a ganar.

Achichincle 3: Echo chi.

Luis: ¡Los globos de oro me la peleishon!

Hasta aquí llega esto queridos lectores, de solo imaginarme esta escena me dieron ganas de vomitar.

domingo, 7 de marzo de 2010

Atrévete a soñar... que la tele va a cambiar.


¡Gracias canal de las estrellas! ¡Gracias béndita Telenvicia! Nunca terminaré de agradecerles la cantidad infinita de material que aportan a este blog.
Hoy decidí retomar el asunto de las críticas televisivas, para ello qué mejor idea que ver el canal 2. Recuerdo que no hace mucho, cada ocho días repetían una y otra vez las películas del inmortal Pedrito Infante. Los fanáticos del ídolo sinaloense no se cansaban de verlas, sin embargo otros espectadores decían ¡Ya chole! ¡Por piedad ya cambienle!
Ahora, me sumo a los que piden que San Peter Child regrese los domingos por la tarde. Y es que las cintas de charritos cantarines son la neta del planeta comparadas con porquerías telenoveleras como Atrévete a soñar. Nunca había visto este hibrído entre Betty la fea, RBD y High School Musical y qué bueno porque media hora me bastó para confirmar que calificarla como bodrio sería un halago.
Por suerte se trataba del último capítulo. Como suele suceder, basta ver cinco minutos para entender todos lo ocurrido en los doscientos programas anteriores. El patético guión no sólo recurre a los lugares comunes del género, sino que plagia de forma descarada una de las escenas de la película Carrie dirigida por Brian De Palma. Esa en donde la protagonista es elegida como reina del colegio y todos los culeyes que le hacían burla comentan "¡Futa! ¿Qué se hizo la condenada?" Pero la malosa del grupo como anda de ardilla planea echarle una cubetada de agua sucia en vez de la sangre de puerco con la que la empapan a Carrie en la historia original. Por lo menos, el desenlace es diferente, pues es obvio que en estas historias fresitas la chavala no puede ser tocada ni con el pétalo de una rosa (aunque si por el pervertido productor, jaja).
Ese último comentario viene a cuento porque la mentada "patito feo" es una escuincla de 14 años, de cara bonitilla pero a quien por razones obvias y que saltan a la vista todavía le falta desenrrollarse. Aunque parece que le han hecho creer lo contrario, pues en entrevistas ha comentado "Soy demasiado sensual para hacer este papel" ¡No macayu!
Volviendo a tan interesante historia, una bola de chamacos herederos de la moda Rebelde, es decir, pantalón de vestir con tenis sucios y corbata floja cual borracho de cantina, se divierten en una graduación al más puro american-way. A los morenitos los dejaron fuera y solo dejaron pasar a los chavos bonitos que responden a nombres como Brad, Iker, Kimberly, Johnny, Antonella, etc, etc.
Luego vienen las soluciones finales predecibles. La niña mala se arrepiente en último minuto, sus papás se reconcilian y poco falta para que aparezca Barney cantando Somos una familia feliz. Patito en el mismo tenor no sabe si dárselas (las gracias, quiero decir) al galancillo principal o a otro calenturiento que la anda rondando. Lógico no hay sorpresas. Cierran con una canción asquerosa que todo el elenco se pone a bailar como Dios les da a entender. Pero el asunto no termina ahí. Bien originales nos trasladan hasta una playa en donde simulan el debut de Patito como cantante. En esta parte da pena ajena, ver como cientos de personas se emocionan con estos seudo-artistas que ni siquiera intentan cantar y se limitan a hacer un playback espantoso.
En fin, habrá que poner las veladoras o el sirio Pascual para que Pepe el Toro, Chachita y la Chorreada regresen por sus fueros. Porque esto de atreverse a soñar es una verdadera pesadilla.