jueves, 13 de agosto de 2009

Esas juntas tamaleras.

Quien trabaje en una oficina del gobierno entenderá a la perfección el siguiente caso que por inverosimil que parezca es verídico.

Un buen día tu jefe/jefa te pide que organices una junta con los encargados de cada departamento para tratar asuntos muy importantes y de una vez darle su jalón de orejas a quien lo amerite. Si, si, si, esta vez se impondrá con mano dura como debe de ser. A sabiendas de que el licenciado Chumacero no va a asistir, ya ni le hablan. Para asegurar la presencia de los demás, se les envía por correo la orden del día, no me refiero a la orden de trabajo sino al menú, que ya le pidió la jefaza que hiciera a una de las secres a cambio de faltar tres días. Ya están listos los jarritos de tamarindo, los tamales y el atole, ya lo demás es lo de menos.

Te piden que para tener todo listo te presentes al otro día desde bien temprano y aunque la junta estaba programada para las nueve, como dice la canción "Y nos dieron las diez, y las once, las doce y la una...". Con los 5 encargados presentes, el la jefaza hace uso de la palabra "Les doy la más cordial bienvenida (como el señor Rolk, hasta me siento Tatú) ¿Qué les parece si nos presentamos?" Por piedad!!! ¿Presentarnos? Pues si ya nos conocemos!

Termina la dichosa presentación, y la jefa con su hojita en mano lee que asuntos se van a tratar. Pero ¡Tomela barbón! Apenas termina de leer te echa la bolita "Ahora cedo la palabra al compañero para que él les explique y aclare todas sus dudas" Y como dijo el gran intelectual Vicente Fox ¿y yo por qué? Ahí tienen al pobre Cachubi improvisando, sacando lo mejor de su repertorio para librar la situación. La ventaja es que los oyentes están más preocupados por averiguar cual tamal pica menos, si el de rajas o el de pollo con mole. Comienza el atravesadero, porque para empeorar el asunto a la secre le han pedido que no se distraiga redactando la minuta y que en vez de eso prepare los cafés y sirva los refrescos.

Le pregunto al licenciado Resortes si ya tiene planeado ejercer su presupuesto (el tipo no tiene para cuando) mi jefa me voltea a ver con una carota de ogro y medio mamilonga haciéndose la chistín comenta "ay cómo eres, deja que el licenciado se acabe su atolito no lo dejas desayunar en paz". O seaaaaaa ¡Ésta es una junta de trabajo no una kermesse!!! (¿Dónde quedó lo de la mano dura?)

Como ya es tarde, brincamos del punto 2 al 5 que son las conclusiones a las que se llegaron en la junta. Una recomendación del licenciado Quijotillo fue que para la proxima reunión compraramos mejor barbacoa, él gustoso nos podría dar la dirección de un lugar en el Ajusco donde la venden sin grasa. La profesora Tapioca, única interesada en hablar de la chamba me hace una seña de "mejor tu y yo luego hablamos". Resortes comenta "Ahí pa´la otra les paso un informe detallado de los logros descomunales de mi departamento. Ahorita no traje nada porque se desconchinfló la impresora".

Que ji, ji, ji que ja, ja, ja y tan tán. Si tienen tele ahí se ven.
Sólo me queda una duda ... ¿Y ahora qué chin...troles reporto en la minuta?

2 comentarios:

  1. Jajaajaj, me he reido mucho, y me he sentido identificada con las laaaargaaaas reuniones que no se hablan de lo que tenían que hablar, y encima a lo largo de esa ""reunión"", el jefe te pide algo improvisado, un documento, un informe...pero salimos airosos..porque es verdad que tristemente nos vamos acostumbrando a que las reuniones sean así.
    Espero leerte pronto.
    B.

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  2. Si en algo te consuela...eso pasa en la empresa privada...es mas, casi ni se reúnen...jeje

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